quarta-feira, abril 21

Baile de tupés

En el estío agostino, Luis y yo íbamos mucho por el Tertu. Siempre vacío, más limpio que de costumbre. Las cañas eran más frescas, la Judas nunca estaba caliente, éramos dueños del local. Quizá aparecía algún borrachín y el camarero tenía que lidiar con él para hacerle entrar en razón (la razón del ebrio) y hacer que se fuera para casa, pero seguíamos siendo los jefes. Con el paso de las semanas (semanas de verano, de 14 días cada una) el Tertu iba llenándose.

El extraño caso es que, en todas esas ocasiones que éramos los caciques, había una presencia extraña (y que me sigue siendo extraña), que yo ignoraba completamente. Hasta ahora.

5 comentários:

Marina disse...

eeeeehhhhhh, qué misterio!!!

Alex Maladroit disse...

Creo que es por ver demasiado LOST. Me comporto cual guionista.

El Impenitente disse...

Eso es que la presencia extraña ya ha crecido y se ha puesto de buen ver.

O eso, o los peluquines del camarero.

J. Quarenstein disse...
Este comentário foi removido pelo autor.
J. Quarenstein disse...

llenándose de mierder, todo sea dicho. Y tampoco teneis tanto tupé.