sexta-feira, janeiro 25

Cimeru aliendu 'súrdicu'.

Kεφάλαιο I. "Εγώ, ο Ποι, ο σκύλος τον μπαμπά!"

Γεννήθηκα "ένα βράδυ που 'βρεχε, που 'βρεχε μονότονα..." που λέες κι ένα τραγούδι των ανθρώπον. Μη με ρωτάτε τι ωρα ήταν, σε ποιο ζώδιο και άλλα τετοια ανόητα, επειδή μόνο οι χαζοί ανθρωποί μπορούν να λένε, να μελετούν και να ελπίζουν σε τέτοιες ηλίθιες προλήψεις. Στι δική μου φυλή ξέρουμε γυ και ουράνο,     μπέρα και νύχτα,ξ'ερουμε τα όρια της αγάπης -το μίσος, όχι, δεν το ξέρουμε. Κι αν καμιά φορά τρώμε ή κυνηγάμε κάποιον από μιαν άλλη φυλή, είναι επειδή υπερβαίνει τα όρια του, επειδή προσπαθεία μας ενοχλήσει! Η για έναν πιο απλό λόγο: γιατί πεινάμε!

Capítulu I. "Yo, Pi, el perru de pai''

Ñacíu  "una nueche que lloviere, que lloviere y nun abocanare..." como diz un cantar d'humanos. Nun m'entrugar qué hora yera, nin qué signu del zodiácu yera, yá que namái los homes tolos estudien y creyen neses falcatrúes. Na mio raza, conocemos Τierra ya cielu,  día ya nueche, conocemos les llendes de l'amor -anque non, nun conocemos l'odiu. Y si dalguna vegada xintamos o cazamos a daquién d'otra raza, ye porque escaecemos eses llendes, yá que nun ye intención de nueso el facer maldáes; sinón que ye por mor de tar famientos!

Y esta ye la mio primer torna del griegu a l'asturianu, bono, la mio primer torna dende'l griegu a cualaquier otra llingua. Poro toi percontentu ya arguyosu, magar que taría muncho más conforme si nun remanare estes coses tan despacín, tan lento.

quinta-feira, setembro 13

Del tiempo de las sensiblerías y la humedad ocular.



1.Acabo de terminar las veinticinco páginas (prólogo más veinticuatro) dedicadas al equipo de toda mi -corta- vida, y creo que os tendré que odiar hasta que salga la 'Panenka númberu doce'.

 2.Señaldá: sust. Sentimientu de tristura [que se tien pola falta o ausencia de daqué o de daquién]. Tengo señaldá de cuando neñu. 2 Miseria, falta de les coses más necesaries pa vivir. L’otru añu hubo un añu de señaldá.

Hicisteis que venciera a la pereza de acercarme al centro de la ciudad, hasta la tienda del equipo, para comprar la revista y de paso, probarme la nueva camiseta del Oviedín, zamarra que bien cumpliría el dicho de 'aunque la mona se vista de seda, mona se queda', donde la seda es el escudo y la mona... la mona es el trapo antiantropomorfo que nos han intentado colar. Probablemente casi causáis un accidente en una calle bastante concurrida de esa misma ciudad, al no poder separar la vista de vuestra portada, donde unos guaḥes (sí, con '', sería un gran detalle que si alguna vez escribís sobre David Villa, hicierais caso omiso a la letra 'j', pero eso ya es otra batalla) pintados de azul entrenaban en el Requexón: Siempre será un arguyu saber y saborear que los demás podrán ver lo nuestro, lo de nueso. Adulterásteis el tiempo, provocásteis que la, aproximadamente, hora y media que tardé en leer esas veinticinco páginas, pasaran volando, excepto por alguna pausa que tuve que hacer para secar mis cada vez más vidriosos ojos. Sí, empañásteis mis ojos, luché para no convertirme en un pusilánime y sensiblero 'supporter' de mi equipo, pero la página cuarenta y seis, el texto de Rafael J. Álvarez me venció, me hizo caer en el recuerdo (l'alcordanza amurnia y atistraya la coral) de aquel partido que perdimos contra el Arteixo, los cinco goles al Real Ávila, la injusta segunda amarilla a Curro contra el Caravaca que nos condenó a seguir en Tercera, el penal a Álex en el Tartiere contra el Mallorca B, las paradas de Nauzet contra la batería de munición antiaérea salida de las botas de los uvieínos, el golazo de Dani Hedrera en Son Moix, la parada de Aulestia en el mismo templo, la humillación de aquel delantero brasileño del Pontevedra en el Tartiere. El año pasado, cuando otra vez perdimos el tren a Segunda División. Las derrotas y victorias lloradas y celebradas con mi propia Susana, (llamémosla A.) en este momento, algo lejana en el tiempo.

Os odio porque me hicisteis llorar por sensiblerías dadas a luz entre papel y tinta. Me ahogásteis en señaldá.

Y os escribo para daros las gracias. Les gracies. Gracies fonderes.

PD: Bien sabéis que no somos el mejor equipo del mundo. Que nuestro referente siempre tendió más al Stoke City que al Milan de Sacchi. Incluso puede que hayamos ganado partidos con penales injustos, fueras de juego no pitados y goles con las zarpas. Que Onopko (guardo su firma como un tesoro) era un puerco y que Prosinecki un vago. Pero también conocéis que somos una legión incondicional, cegada por el amor al Oviedín, valiente en su mayoría (servidor no se atreve a acudir ni a ver muchos partidos por no morir en el intento, por no pasarlo mal) y decidida a volver. Volver como sea, aunque haya que arrastrar el escudo por los campos más lamentables de toda la Península.

quarta-feira, setembro 5

El grito y el final.

Sumando todo lo que te quise y todo lo que aún te quiero, daría resultado el número más terrorífico que mis ojos, acostumbrados al horror matemático, jamás habrían visto.

domingo, agosto 26

Días de primates.

Creo que salvo la quejica del sombrero, la mujer me genera un rechazo terrible. Admito su belleza, admito mi líbido, pero lejos de mí, por favor. 

Desde aquello no me permito acercarme a nadie -aunque ya lo haya hecho, aunque a veces me olvide de mis propios principios- , no sé si por la sensación de que en cuanto me aproxime a alguien, le mataré por culpa de toda esa bilis que antes de aquello, sabías y querías calmar. Tengo unas ganas enfermas de reventar a alguno que me dé motivos, de pagar con aquel mis lamentables errores.

Que no te vi en Acapulco y me temí lo peor.

domingo, julho 8

El Gato que perdió la vida.

Ayer supedité aquello que siempre digo: ''No sé volver a casa''. Y no supe. 

En un principio, subí a mi bienamado Mondeo para dejarlo en el lugar de trabajo de mi padre, o quizás para buscar a Luis, o a Israel. O quizá para poner mi mente al sol. El caso, es que todo desembocó en un paseo muy extraño por zonas que desconocía de mi propia ciudad, teniendo de fondo algún tema del Grupo de Expertos Solynieve. Era un conducir por conducir, naderías automovilísticas que tanto me hacen disfrutar. No estoy seguro, pero quizá fue sobre las 8.00, el momento en el que decidí consumir depósito a cuenta de la autopista, dirección Santander, o Xixón, quién sabe. Terminé en Norteña, buscando el mar, enviándote algún mensaje porque no sé qué sinrazón me hace creer que eres tremendamente interesante. Y qué difícil se me hizo salir de allí.

La puta puerta del garaje que nunca abre a la primera forma parte de mi mitología cotidiana.

A las 5.30 am, Casero, mi coche y yo, salíamos de Nava con cierto miedo a la loada Guardia Civil, cuerpo bien querido estos días en mi país. No sé si es que somos un par de paranoides, pero no me haría gracia perder algunos euros porque un señor de Madrid crea que no soy apto para conducir tras haber bebido algún culín de sidre. Me acaba de salir cierta vena aznariega que rezuma catetismo, pero hay que aceptarse tal y como uno es.

Casero insistía con el tema de Lüger, que nos obligaba a exigir velocidad al coche. A que su motor nos gritara, no sé muy bien si suplicando clemencia o desdén. Optamos por enriquecer a las petroleras, pese a la densa niebla que poblaba la carretera.

Alrededor de las 8.30 am, me encontraba dando vueltas por Xixón. Y como antes dije, qué complicada es esa ciudad, cuando tienes sueño y ninguna gana de volver a tu cama, canción y excusa que siempre emplearé en situaciones como la actual. ¿Cómo saber si alguien te interesa más allá de lo meramente social?, ¿cómo poder expresar algo bonito de una manera tan dubitativa y fría?, quizá tuviera que ver mis furtivas miradas al teléfono, que en alguna ocasión me hicieron salirme del carril. Pero tranquilos, la matinée está para cometer atrocidades al volante a sabiendas de que en toda la Península (me encanta el término 'la Península', como si sólo hubiera una) no hay más que cuatro o quinientos conductores en la misma situación.

Al final logré escapar de Xixón, con ganas de desayunar.

Antes de encontrar a Luis en su calle, en su coche. Antes de que Israel quisiera ir en el Ibiza del primero. Después, justo después de que yo le explicara a Casero que probablemente, una pelea entre Jairo 'El Gordo' y Luis, bueno, Sito, estaría extrañamente igualada. Atropellé a un gatín. Pardo, callejero, probablemente un gato hermoso, como todos los felinos, los primates y las mujeres granaínas. Quizá no tuviera ganas de vivir, eso explicaría que me mirara a los ojos justo antes de lanzarse contra la rueda izquierda delantera del vehículo. Intenté esquivarlo, pasé por encima.

Paré el coche, informé a la policía y me demostraron que el tener humanidad, es una cualidad escasa.

sexta-feira, julho 6

Tuga, Tuga, Tuga, Toalha.

Os malucos de Olivais!

terça-feira, julho 3

Menino cabeludo.

Não pode ser mais oin. Achei que quero ser como ele.