Ayer, Casero y yo adquirimos una botella que rezaba 'Gentleman Jack'. Horas después, sería abandonada en una mesa del 'Sol y Sombra'. Ayer, Casero y yo, insistimos en que viniera Israel. Horas después, hablábamos de sexo, de mis perversiones. La Radio era nuestra (Mario y demás la habían alquilado) y terminé tras la barra, mi lugar natural. Ayer, incluso, pensé en maullidos.
Ayer, Casero, buscaba a Hugo para que este, a su vez, buscara a una mujer de apellido diocesano. De apellido italiano. Ayer, me probé la americana de Edu, aunque prefería la mía. Ayer, Casero e Israel, tenían treinta años. Y yo no tenía edad. Nos prometimos, el uno al otro, comprar una botella de 15 años, algo especial. Ahir no vaig pensar en res fins que vaig trobar al Edi.
Ahir vaig parlar massa, vaig començar a pensar. Ahir vaig començar a mirar a les dones amb altres ulls. Joguines belles, joguines rares, joguines que no vull al meu costat.
Ahir vaig beure. Vaig veure. Vaig veure que necessito beure.
sábado, abril 28
Bagatelas y apuntes.
terça-feira, abril 17
La resaca.
Por aquello de, si estás hundido, húndete más para llegar a la orilla caminando, leí la entrada sobre Carlos, y me invadió cierta nostalgia. No por él, en absoluto, ya que en el fondo soy un egoísta que jamás se redimirá; sino por leer en alguna entrada pareja en el tiempo a la del difunto amigo, comentarios que evocaban aquel tiempo en el que el amor sincero me llenaba de consuelo y que me hacían yacer en una buscada inconsciencia, algo que me hiciera evitar pensar en Bilbao, en el momento en el que por beneficio de mí mismo y de mi propia ambición, hubiéramos de separarnos. Te quería como sólo un hombre que ronda la veintena puede querer, con desidia y episodios de dulzura incontenibles, algo que inexplicablemente soportaste durante tanto tiempo, hasta que llegó un día en el que el asunto de mi futura marcha (huída) sumado a mi dejadez crónica para con aquella gente a la que quiero, dio como resultado pensamientos difusos sobre tu más que segura felicidad sin mí, que probablemente yo no era más que un lastre, nada reflejado a aquello que te expliqué, viendo Memorias de África:
segunda-feira, abril 16
Fin de octubre.
Hay quién decía que era,grande y fuerte nuestro amor.Y lo era igual que las Torres Gemelas,allá en Nueva York.Te quiero, pero más te quise.